El día más triste del año

 

Supongamos que la teoría del profesor Cliff Arnall, de la Universidad de Cardiff, es cierta y éste lunes 24 de enero es el más triste del año. Supongamos sin conceder.

Dice el profesor Arnall que tomando variables como las deudas, el clima, los bajos niveles de motivación, los días que han pasado desde Navidad y otros empleó una fórmula que le permite afirmar que éste es el día más triste del año.

El I.M.S.S., por su parte, reporta que efectivamente, en estos días se dan un 30 % más de casos de depresión.

Así que, volvamos a la propuesta inicial, suponiendo sin conceder que esto fuera cierto la solución es sencilla; lo único que tenemos que hacer es dejar pasar este día y a partir de mañana levantar la cara con mucho ánimo, pintar una raya, borrón y cuenta nueva, con la seguridad de que todo lo que venga será mejor porque el día más triste del año quedó atrás.

Pero al proponer “dejar pasar” este día no estamos proponiendo “dejar pasar” las cosas sin hacer nada por cambiarlas. Recordemos el dicho que dice “Genio y figura hasta la sepultura”, o “Renovarse o morir”; dicho de otra manera: “Mismas acciones, mismos resultados”. Tenemos proyectos, nos hicimos propósitos para este año, pues vamos a cumplirlos, aunque cueste mucho trabajo cambiar nuestra forma de ser. Es muy difícil lograrlo porque siempre caemos en lo mismo, así que recapacitemos todos los días para dejar atrás ese lado negativo de nuestra personalidad:

“Mismas acciones, mismos resultados”. No caigamos en lo mismo. No dejemos nuestros propósitos para mañana, el futuro es hoy. ¡Adelante y mucho éxito!

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